lunes, 16 de septiembre de 2013

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Él esa clase de persona que siempre está esperando para devolverte una mirada. Él es  como las estaciones, cambiante pero siempre igual, con una sonrisa dibujada en la cara y los brazos abiertos siempre dispuesto a abrazarte. Él es como una dosis de vida, ¿quién no iba a querer una dosis de vida?, mezclado con adrenalina y mucha ternura, a la vez. Es esa clase de persona que quiere que te levantes siempre que caes y si no puedes no importa, él se sienta contigo. Él ama lo que hace y está contento con su vida y eso hace que los demás lo quieran tal y como es. Siempre dispuesto a cuidarte y a mirar por ti aún cuando no está a tu lado. Él no regala rosas, ni bombones, él te regala su tiempo, te regala vida, alegría, te regala amor. Él no piensa demasiado en el futuro, pero siempre cuida mucho el presente. Tiene mucha ilusión por las cosas que quiere y por los planes que hace. Es esa clase de persona que cuando está a tu lado te cambia un día gris por el día más soleado que puedas imaginar. Si lloras el estará ahí para recibir esas lágrimas, para esperar y abrazarte, para que sientas calor, para que sientas que tienes a alguien a tu lado, cerca. Cuando ríes él te hará rabiar para que rías más y luego te dirá algo bonito para que te mueras de ternura. Sí, él es así. No es una persona romántica, pero te dedica "te quieros" que te llegan al alma. Él no es un príncipe, (de hecho no tiene nada de madera de eso, que va) pero no me importa, yo no soy una princesa. Es esa clase de persona agradecida que si un día conoces querrás tener en tu vida. Es un buen hombre, con un gran corazón. Él es el mayor regalo que me han podido dar. Él es de la persona que me quiero sentir orgullosa por siempre. Él...él es simplemente él y mientras eso no cambie, yo seré yo y seré la persona más feliz de todo el universo, y juro, con toda seguridad, que no miento. Porque hay personas que te devuelven a la vida y él me ha devuelto a mi.

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